Si algo ha caracterizado a la revolución Bolivariana es el permanente debate político ideológico que siempre ha tenido desde el primer momento con la convocatoria a la primera asamblea nacional constituyente para la redacción de la Constitución de 1999. En ese momento Historio se inició la batalla de las ideas con la única intención de refundar la República y adaptarla a los nuevos tiempos de construyendo una democracia mucho más amplia, que le diera participación a todos y que el pueblo más allá del sufragio, participase en cuerpo y alma en el desarrollo político y en las decisiones de gobierno. A esto lo conocemos como democracia participativa y protagónica o democracia revolucionaria. Única en el mundo y uno de los legados más importantes que dejara el comandante Hugo Chávez Frías pilar fundamental para la construcción de socialismo del siglo XXI.
La oposición venezolana siempre mostró su negativa a los nuevos cambios democráticos que se plantean con la nueva República y escogió el camino de la violencia. El golpe de estado del 11 de abril del 2002, luego el paro petrolero y cada uno de los acontecimientos de violencias que se desarrollaron con el presidente Chávez y ahora con el presidente Nicolás Maduro.
Siempre ha sido la agenda de una oposición que no cree en la democracia y mucho menos en el diálogo como vía para resolver los grandes problemas del país, todo lo contrario han sido los responsables de llevar al país a la actual crisis que enfrentamos los venezolanos gracias a las sanciones, al bloqueo y a los ataques permanente que sufre la patria de Bolívar.
Frente a cada escenario violento la revolución siempre ha convocado el diálogo, como en este momento ponemos en la mesa el debate de las ideas como único mecanismo para avanzar en las propuestas concretas en diferentes áreas. En el campo económico, político institucional y social que permita encontrar a todas las fuerzas y construir juntos alternativas que nos ayuden a superar las grandes dificultades en las cuales, empresarios, partidos políticos de oposición y revolucionarios, movimientos sociales, intelectuales así como cada uno de los sectores que hacen vida en el país y en el estado puedan conjugar sus ideas siempre en el marco de la constitución.
Simón Rodríguez decía que si queríamos una República era necesario tener republicanos y los republicanos son los ciudadanos que entienden la participación política como un hecho trascendental para los avances concretos de cualquier nación más allá de su posición ideológica pero siempre con una condición nacionalista a los intereses de la patria.
La Derecha venezolana hoy se encuentra sin iniciativa, perdiendo todos los días espacios, dividida y su líder Guiado a la deriva. Incluso el propio gobierno de Donald Trump es víctima de un mar de contradicciones frente a la constante victoria que logra el Chavismo en cada circunstancia queriendo establecer un diálogo con el presidente Maduro por un lado y por otro con las presiones de quienes no saben qué hacer frente a sus derrotas, pero siguen apostando al intervencionismo.
Es por esta razón que debemos saludar la iniciativa de la mesa de diálogo que se desarrolla en Carabobo. Desde el partido socialista Unido de Venezuela creemos que ese es el camino para lograr un entendimiento nacional y concretamente aquí en Carabobo pudiéramos decir que la experiencia convocada por el gobernador Rafael Lacava ha sido un éxito y que debe seguir manteniéndose y siendo apoyada por todos los sectores necesarios para lograr el mayor de los entendimientos en el marco de nuestros intereses comunes, que en este caso son la paz y la convivencia de nuestra república.
Cada uno de los venezolanos y quienes militamos en la revolución y en el partido socialista Unido de Venezuela debemos poner nuestro granito de arena y apostarle al diálogo a la convivencia a la paz como única alternativa para superar la actual crisis que vive nuestro país gracias a los ataques permanente que sufrimos desde el exterior con el bloqueo criminal.
No existe otro camino que no sea en el marco a la constitución y en el respeto de sus leyes así como el ejercicio de la convivencia para poder alcanzar la paz. Cuándo nos referimos a Paz hablamos de la tranquilidad para el desarrollo de cada uno de los venezolanos, desde lo económico, lo cultural lo político, social, educativo y todo aquello que nos permita una mayor suma de felicidad al pueblo desde nuestra soberanía y nuestra condición de República.
Es necesario que cualquier espacio de debate y diálogo que se aperture en el país con los distintos sectores que conformen y que decidan ser parte de este, se tome en consideración los siguientes puntos:
- Todo acuerdo debe ser en marco de la Constitución de la República bolivariana Venezuela.
- Reconocimiento a la legitimidad y legalidad de Nicolás Maduro como presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela.
- Rechazo al brutal saqueo de nuestras riquezas en el exterior.
- Rechazo a las sanciones y bloqueo impuestos a la república que afectan la convivencia de los venezolanos.
- Rechazo a cualquier expresión de violencia o intento de quebrar el hilo constitucional así como acciones terroristas en cualquier de sus expresiones.
- Respecto a nuestra soberanía y a la autodeterminación como pueblo, para resolver nuestras diferencias
- Activación del aparato económico comercial e industrial con la participación de toda la sociedad y con nuevos esquemas de producción y consumo adaptados a la nueva realidad.
- La colaboración de las ciencias y tecnología como elemento del desarrollo económico productivo.
- El petróleo es de los venezolanos en consecuencia nuestra industria petrolera no se negocia.
- Todo acuerdo que se desarrolle debe garantizar la mayor suma de felicidad posible al pueblo desde nuestros principios constitucionales y nuestras leyes.
Juan Carlos Corro
Miembro del Equipo Político Estadal del PSUV-CARABOBO
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