
Las mujeres somos un tema. Las mujeres y todo lo que de nosotras deriva, comenzando, claro está, por el dato de la reproducción de la especie. Pero no es de eso a lo que queremos referirnos, sino al hecho de que circula una propuesta desde el ente gubernamental local de escuchar en las Mesas de Diálogo a las mujeres y fundaciones sociales. De hecho se celebró una primera reunión en el sector de Naguanagua, por solicitud de la Alcaldía, al respecto, donde fue centro tratar el problema de la protección a la salud. Una de las preocupaciones o tareas fundamentales de las madres de familia, lo que afloró en la reunión misma según nos cuentan.
Unificar criterios o unificar propuestas, vengan las iniciativas de dónde vengan, si se trata de temas en común y proyectos que reúnen, vale la pena la capacitación para el emprendimiento femenino.
Lo que escuchamos al respecto nos hace pensar, sin embargo, en mujeres que en el territorio del estado Carabobo, se han lanzado con pronunciamientos y acciones cooperativas espontáneas que han generado acciones realmente válidas en sus espacios de convivencia. Y por ello quiero hacer referencia a dos de ellas.
Una es una maestra de música del sector 8 de La Isabelica, la profesora Alicia de Jaimes, de 78 años de edad, muy conocida porque tiene más de treinta años respaldando una escuela : “Alma venezolana” que ella misma creó: en ese sector de la ciudad, donde da acogida desde a grupos de tercera edad, a jóvenes con alguna supuesta discapacidad y a niños y público en general, y su trayectoria en la tarea ha probado que el empeño y los buenos deseos dan siempre maravillosos resultados si la misión es la acertada. La quiere todo el mundo y el número de alumnos que han recibido sus lecciones y acogida es infinito, por ello es líder en su área y territorio.
La otra es una docente, (quien lamentablemente ha fallecido recién por un cáncer que retornó a su organismo), de ella , Maritza, nos da referencias la profesora Elisabel Rubiano, docente de la Facultad de Educación de la Universidad de Carabobo. Maritza Mendoza se llamaba esa extraordinaria docente que hizo muchísimo por la comunidad desde un lugar llamado: Espacio no convencional Puerta Negra, ella fue una protectora de las familias del lugar, y su constancia ejemplar será recordada por todos por varias generaciones, no hay vecino del barrio que no tenga una anécdota que contar en la que refiera la profunda solidaridad de esta mujer, en su búsqueda por mejorar las condiciones de vida de todos, insistiendo en la formación educativa y laboral. Cualquiera que viva en Bella Vista Norte, después del barrio José Gregorio Hernández y Malagón, sabrá decirle de quien estamos hablando.
Para finalizar señalamos que valdría hacer una investigación del significado de esos aportes vivenciales espontáneos de quienes dedican sus vidas a la comunidad, con la mayor generosidad y sentido pedagógico, y les aseguro que el contingente femenino es enorme al respecto.
Laura Antillano